Estrategias para reducir costes energéticos en instalaciones de refrigeración
Jorge Ramirez2025-03-05T13:43:39+01:00¿Sabías que la demanda térmica de una cámara o recinto frigorífico depende de los siguientes factores?
Factores clave:
- Cargas térmicas por transmisión de calor y ventilación: dependen directamente de la temperatura exterior, de la calidad de la envolvente y del uso.
- Cargas por producto e internas: varían según el perfil de uso de la cámara y tipo de producto.
En días más calurosos, la potencia requerida aumenta debido a las mayores pérdidas térmicas.
Para instalaciones con fluidos secundarios, CO₂ o amoníaco en expansión directa, la potencia de los evaporadores o aeros dependerá del salto térmico. Subir la temperatura del fluido requiere más tiempo para entregar la misma energía.
Tendencia de precios en verano: una oportunidad operativa
En días de verano, el precio de la electricidad suele ser más bajo en las horas centrales del día, gracias al mix renovable. Esto abre una gran oportunidad para las industrias de refrigeración. ¿Por qué? Porque las horas más calurosas del día coinciden con menores costes energéticos, creando un potencial de ahorro significativo.
Es muy interesante esta tendencia de precios en el mercado, sobre todo si somos capaces de aprovechar las oportunidades operativas que los equipos de refrigeración nos permiten.
Ejemplo práctico: Analicemos el coste energético por MWh frigorífico, hora a hora, durante un día de verano en Madrid. Consideramos:
- El COP de los compresores según la temperatura exterior.
- El coste energético del mercado horario.
Resultados: Las horas centrales del día, con mayor carga térmica, tienen el coste energético más bajo.
Si vamos más allá, esto nos permite implementar estrategias como el cambio de set point (impulsión de glicol o temperatura de evaporación) en función de la temperatura exterior. Así, costes operativos bajan, ya que durante horas con temperaturas moderadas, los evaporadores o aeros son capaces de dar la potencia requerida (que es menor) con menor salto térmico.
Esta estrategia, nos lleva a unos ahorros económicos entre el 6 y el 8%, dependiendo de cómo varía la Tª exterior y la curva de precios. Otras estrategias que pueden ser interesantes y tienen mucho sentido implementar:
- En caso de tener cámaras de baja temperatura, la inercia térmica de las mismas se puede aprovechar para bajar consumos en horas de altos costes y desplazarlos.
- Según el método de desescarche, es interesante analizar en qué horas centrarlo. Por ejemplo, si tenemos desescarche eléctrico, claramente debemos forzarlos en la hora central del día para conseguir limpiar el hielo en evaporadores y volver a enfriar antes de que el precio energético vuelva a subir.
- Si tenemos producción fotovoltaica, u otros consumos en la instalación, analizar la estrategia global que mejorará el coste energético del conjunto.
Control inteligente: el futuro de la refrigeración
Cada vez, la estrategia de control tendrá más peso en los costes operativos. Al invertir en equipos, asegúrate de que permitan implementar estrategias de optimización en el futuro. Si no, corres el riesgo de adquirir equipos sin el nivel de control necesario para maximizar la eficiencia.
- Conclusión: Estas simulaciones no solo ayudan a reducir costes, sino también a elegir la tarifa energética más adecuada para cada caso.