Desde el 1 de enero de 2014 está en vigor en España el impuesto sobre gases fluorados que grava la recarga de HFCs en sistemas y equipos de refrigeración en función del efecto invernadero del gas refrigerante, índice GWP.
Reglamento del Impuesto sobre los Gases Fluorados de Efecto Invernadero
Ley de medidas en materia de fiscalidad medioambiental
España se convierte así en uno de los primeros estados de la UE en la aplicación de medidas contra el cambio climático en el marco del proyecto de revisión de la directiva europea F-Gas que persigue la reducción de emisiones de gases fluorados HFC. Las nuevas medidas fiscales expenden incluso las pretensiones europeas, más bien enfocadas a establecer un nuevo calendario de eliminación de los HFCs, cuando la aplicación de un impuesto se ha rechazado en otros estados de la UE.
La ley establece la introducción progresiva del impuesto en tres años de modo que el importe a pagar a partir de 2016 será de 20 euros por tonelada equivalente de CO2, y afecta sólo a la recarga de gas de refrigerante. Las empresas distribuidoras de refrigerante y grandes empresas instaladoras recaudarán el impuesto, que se repercutirá a pequeños instaladores y a usuarios finales.
Los fabricantes de equipos de refrigeración tienen la consideración de consumidor final de refrigerante, estando exentos del impuesto al ser integrado en equipos de nueva fabricación. De tal modo, el gas incluido como precarga en nuestros equipos no está ni será gravado con el impuesto.
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