Conservación de flores ornamentales
Una flor o planta ornamental es aquella que se cultiva y comercializa con un fin decorativo por sus características estéticas, hojas, olor, tallo… Las flores nos alegra y acompañan en los momentos más emotivos de nuestras vidas: nacimientos, bodas, aniversarios, cumpleaños, e incluso en los funerales de nuestros seres queridos.
Siempre que cortamos flores en el campo, o en una maceta, procuramos que se mantengan vivas, fuertes y coloridas por el mayor tiempo posible. Para lograr esto, la mayoría de las personas introducen las flores en agua, pero esto solo retrasa que se marchiten unas horas.
Cuando hablamos de la comercialización de las flores, uno de los retos más importantes tiene la industria de la floristería, es la conservación de las flores en sus viajes por el mundo. Desde que las flores son cortadas de la planta, inician un proceso natural de descomposición que estropea su valor estético y su potencial comercial. El mínimo cambio en las condiciones ambientales puede dañar los pétalos, y por consiguiente disminuirse el valor económico de esa flor. Por otro lado, un exceso de frío o cambios bruscos de temperatura pueden igualmente, dañar la flor.
¿Por qué conservar las flores en una cámara frigorífica?
Las empresas de la industria de la floricultura, plantadoras, recolectoras y floristerías utilizan la refrigeración en cámaras frigoríficas especiales para conservar y garantizar la frescura de sus flores, manteniendo la calidad de sus arreglos florales, y así ofrecer el mejor producto a sus clientes.
Las principales razones por las que conservar flores son:
- Ampliar la duración de la flor
- Reducir la tasa respiratoria de la flor
- Disminuir la pérdida de agua por transpiración
- Reducir la propagación de microorganismos
- Aminorar la sensibilidad frente al gas etileno, “hormona” del envejecimiento en la flores
Las cámara frigoríficas utilizadas para la conservación de flores ornamentales deben contar con un sensor que controle la temperatura, así como el nivel de humedad en el cámara, ya que son dos aspectos esenciales para alargar la vida útil de las flores, manteniendo su apariencia y retrasando al máximo la descomposición de éstas. Estas condiciones replicarán al máximo un ambiente natural.
La congelación de las flores es tan perjudicial como la misma descomposición natural, pues las bajas temperaturas dañan a las flores de manera irremediable. Por este motivo, las cámaras frigoríficas para conservación de flores se adaptan a temperaturas justo por encima del punto de congelación. Aunque varía dependiendo del clima, tipo de flor, tamaño de la cámara y velocidad de reposición, la mayoría de las cámaras se ajustan entre los 1 y 10ºC.
Los niveles de humedad también son variables, y en algunos casos para la mejor conservación de terminadas flores se instalan aspersores o humidificadores especiales en el interior de las cámaras frigoríficas.
Otro punto a tener en cuenta en las cámaras de conservación de flores son las puertas, deben adaptarse a las necesidades de cada instalación, según el volumen de aperturas diarias.
Veamos a continuación cómo influye la temperatura y la humedad en la conservación de flores.
Temperatura óptima para la conservación de flores
La temperatura óptima para la conservación de flores depende del tipo de flor que se quiera conservar. Una cámara frigorífica optimizada en temperatura permite alargar la frescura de las flores al doble o triple del tiempo que si estuvieran a temperatura ambiente, llegando a alargar su frescor en algunas especies hasta los 21 días.
La temperatura de cámara para conservación de flores debe situarse entre 1 y 3º C, para las flores cortadas. Estas flores deberán estar a su vez en un recipiente con agua fresca y limpia libre bacterias. De esta manera se evita que las flores pierdan sus pétalos y hojas.
Por ejemplo una flor o un arreglo floral para un ramo de novia que esté a una temperatura ambiente de 30º C envejecerá hasta 40 veces más rápido que una flor conservada a 2º C.
La humedad como aspecto clave en la conservación de flores
El nivel de humedad también es un aspecto clave en la conservación de flores ornamentales, puesto que un ambiente con un nivel de humedad de entre el 80 y el 95 %. Este porcentaje de humedad varía según el tipo de flor. Los pétalos de algunas flores se vuelven indeseablemente secos cuando la humedad relativa de la cámara desciende al 70 %.
Por ejemplo, los claveles, son dos o tres veces más duraderos, si se mantienen en un ambiente saturado de humedad (90 – 95 %) que un ambiente más seco (80 – 90 %). La humedad elevada es necesaria para garantizar la buena apertura de los claveles y crisantemos cortados en botón. En un embalaje en seco (esponja absorbente), es fácil mantener la humedad relativa alta, dentro de los empaques o recipientes impermeables a la humedad ya que la atmósfera que rodea las, flores se satura rápidamente.
Equipos de refrigeración para conservación de flores
INTARCON cuenta con soluciones específicas para controlar temperatura y humedad de las cámaras frigoríficas gracias a los equipos frigoríficos de alta humedad.
Estos equipos están constituidos por una unidad motocondensadora silenciosa o centrífuga, y una unidad evaporadora tipo plafón con doble flujo de aire. Están ajustados para alta humedad relativa. El evaporador cuenta con una doble impulsión de aire a través de baterías sobredimensionadas para poder obtener un alto nivel de humedad relativa en el interior de la cámara en torno al 95 %, evitando así la pérdida de humedad, y por consiguiente que se marchite la flor.