El sector de la refrigeración en España
INTARCON2023-01-11T16:57:12+01:00El sector de la refrigeración en España alcanza una facturación cercana a los 3000 millones de Euros y emplea a más de 20.000 personas. En este volumen se engloba las distintas actividades de la cadena de valor, desde la fabricación y distribución de componentes hasta la fabricación y venta de equipos, y ejecución y mantenimiento de instalaciones de refrigeración comercial y frío industrial.
Evolución del sector de la refrigeración
Aproximadamente la mitad de la facturación del sector de la refrigeración corresponde a la actividad de instalación y mantenimiento, distribuida en un gran número de empresas. En 2017 el sector presentó un crecimiento en torno a un 14% con respecto a 2016, que duplicó el del año anterior.
La actividad de fabricación equipos frigoríficos supone unos 200 M€ de facturación en España, presentando un incremento anual del 4% en 2017, que contrasta con el del resto del sector, y que sin duda ha venido lastrado por la crisis de los refrigerantes fluorados.
Otros segmentos del mercado crecieron en mayor proporción, como en del mobiliario frigorífico, que presentó crecimientos cercanos al 20%, probablemente condicionados por el boom de los supermercados; o el de los gases refrigerantes, que prácticamente duplicaron su facturación a pesar de las restricciones del reglamento F-Gas.
El mercado de refrigerantes
En efecto, la restricción de la oferta de gases fluorados en la Unión Europea, establecida por el sistema de cuotas de mercado del reglamento F-Gas, ha implicado un vertiginoso aumento de precios de los refrigerantes desde el verano de 2017 hasta la primavera de 2018.
El mercado de refrigerantes en términos cuantitativos oficiales se ha visto reducido a la mitad respecto de 2014 ―estimándose en unas 8.000 kt CO2 eq., de las que un 85% corresponden al sector de la refrigeración―, aunque las empresas distribuidoras han visto duplicada su facturación por efecto del incremento de precio. Aun así, estas apuntan a un emergente mercado negro de refrigerante fuera de los cauces oficiales, evadiendo así los límites de cuota y el impuesto sobre los gases fluorados.
El impuesto sobre los gases fluorados
La recaudación de la Hacienda española por el impuesto sobre los gases fluorados ascendió a 120 millones de euros en 2017, significativamente superior a la del año anterior de 95 M€, pero muy inferior al sobreprecio que paga el mercado a los distribuidores de gas que ostentan los derechos de importación.
A partir de septiembre de 2018 ha entrado en vigor una rebaja del 25% del factor de cálculo del impuesto para situarse en los 15 euros por tonelada equivalente de CO2. Junto con el actual precio de mercado, el precio final para el usuario queda pues cerca de los 50 euros por tonelada equivalente.
La crisis de los refrigerantes
Los niveles de precio del refrigerante parecen haberse estabilizado en la segunda mitad de 2018, pero en todo caso son inadmisibles a largo plazo para un sector que apenas empezaba a recuperarse de la crisis económica, para afrontar ahora lo que ha venido a llamarse “la crisis de los refrigerantes”.
La actual crisis interna sólo se soluciona con un cambio tecnológico radical en el sector de la refrigeración, en la que los refrigerantes naturales junto con los nuevos sistemas indirectos están llamados a ser la nueva ola de innovación tecnológica que revolucionará el sector.
La revolución de los refrigerantes naturales
Los refrigerantes naturales han acaparado la atención en los principales escaparates del sector, como es la pasada feria de muestras de Chillventa en Nuremberg y C&R en Madrid el próximo mes de febrero.
Equipos compactos de R290, sistemas indirectos como enfriadoras de glicol con R290, unidades condensadoras y racks de compresores de CO2, son ahora los productos estrella, muy en detrimento de los HFCs, e incluso de los HFOs que no dejan de considerarse una solución transitoria.
El sector de la refrigeración se enfrenta pues en los próximos años a una verdadera revolución tecnológica, donde fabricantes, instaladores y usuarios tendrán que adaptarse a los nuevos refrigerantes naturales.